En una decisión judicial, un hombre identificado como G.A.R. fue condenado a 18 años de prisión por abusar sexualmente de su hija biológica y ultrajar a la hija de su expareja.
Este escalofriante caso, que se remonta a denuncias presentadas el 27 de diciembre de 2022, culminó con un veredicto que sorprendió a todos los involucrados.
Esperaban otra resolución, apenas escuchó el número dieciocho el acusado se vino abajo anímicamente. Bajó la cabeza y, sin emitir ni el más mínimo sonido, comenzó a llorar.
Para los defensores, Silvana Alejandra Zunini y el procurador Adolfo Cafieri, el veredicto también fue una sorpresa. “No esperamos esta pena, esperábamos una menor, porque hubo hechos que no fueron acreditados. Lo acusaban de pornografía y eso no se probó”, señaló Zunini.
El proceso judicial había comenzado con una solicitud de pena de 30 años de cárcel por parte de la fiscal instructora, Daniela Torres, que luego se redujo a 19 años durante los alegatos de cesura a cargo del fiscal de juicio, Ernesto Lutens.
La prueba fundamental que sostuvo la acusación fue lo que las víctimas, quienes ahora tienen 11 y 16 años, relataron en las audiencias de Cámara Gesell. Narraron que los abusos siempre sucedían cuando su madre no estaba en la casa, sino en su trabajo. En el caso de la víctima más chica empezó a ser ultrajada cuando tenía apenas ocho años. Y en el caso de la mayor, sucedió cuando tenía 13 años.
Otro punto esencial que respaldó los relatos de las adolescentes fue la conclusión de la psicóloga del Poder Judicial, Analía Ávalos. La especialista determinó que lo que narraron las niñas era creíble.
La abogada Silvana Alejandra Zunini anticipó que apelarán la sentencia con el objetivo de obtener la absolución de su cliente o, al menos, reducir la pena impuesta. Este caso continúa siendo objeto de atención y debate en Villa Mercedes y en el ámbito legal.