Es un emblema de la cultura sanluiseña, la Biblioteca Bernardino Rivadavia de Villa Mercedes,
Institución por la cual todos alguna vez en la niñez consultamos, algunos adquirieron en la misma el hábito de lectura, que muchos siguen manteniendo a pesar de los años transcurridos. Es una institución donde se realizan charlas, presentación de libros, capacitaciones, salón de ayuda escolar.
José Costamagna, es un historiador que trabajo en la investigación de la institución, que lo llevo en el año 2003 a presentar su libro sobre el fundador de la Biblioteca el profesor Tomás Ferrari.
La historia contada por Jose, “Hace unos días tuve la satisfacción de ser invitado a una conferencia en el marco de los festejos del aniversario”. “Puedo dejar una síntesis de lo que fue mi trabajo de tesis en el Profesorado de Historia en el año 1989 sobre los orígenes de la institución cultural mas importante de la provincia de San Luis”.
“Los orígenes parten del Colegio Rivadavia, que era un establecimiento de instrucción primaria, anexo al templo evangélico, conformándose en 1931 la Comisión Provisoria, presidida por el Profesor Tomás Ferrari. El período de formación se extiende hasta el 18 de abril de 1934 en la cual se resuelve denominar a la institución como “Biblioteca Popular Colegio Rivadavia” Posteriormente en septiembre de 1944 al reformarse el estatuto cambia su denominación a “Biblioteca e Instituto de Cultura Popular Bernardino Rivadavia”
Inicialmente la institución funciona en calle 9 de Julio al 1791, luego se traslada a un inmueble ubicado en calle Santiago del Estero 62 (actual Zavala Ortiz), y luego a Avenida Mitre 1636. Con los años y ante el crecimiento sostenido de la institución se plantea la posibilidad de tener un edificio propio. Con el importe de una donación del gobierno provincial y usando fondos disponibles se adquiere un terreno situado en Avenida Mitre 1437, propiedad de José Manito, comenzándose a proyectar la construcción de un edificio, pero debido a los altos costos se hizo imposible concretar la iniciativa, surgiendo la iniciativa de adquirir el edificio donde funcionaba la Biblioteca, que pertenecía a los herederos de la Sucesión Origone, aquí se debe destacar el papel cumplido por el Dr. Julio Domeniconi en las tratativas, que culminaron gracias a la venta del terreno adquirido anteriormente y de donaciones con la firma de la escritura el 12 de diciembre de 1958.
Con la adquisición del edificio propio, la Biblioteca ya no tendría obstáculos para continuar su crecimiento y su aporte a la cultura villamercedina en todos los aspectos. Otro hito sin lugar a dudas fue lograr obtener la propiedad del viejo Hotel San Luis, aledaño a la biblioteca, en la década del noventa y poder realizar las refacciones necesarias para acondicionar el lugar, con el gran aporte de don Luis Ribeiro, quedando unificado el edificio, lo que permite brindar mayores comodidades para los asistentes.
Es prácticamente imposible sintetizar la labor realizada en estos 90 años, por el grupo encabezado por Tomás Ferrari, su esposa Blandina Varetto, el Dr Julio Domeniconi, Delia Cerchiai, Celestina Contrera de Herrera, el Dr. Claudio Ferrari, y tantos otros que han hecho posible a lo largo del tiempo el crecimiento de esta institución. A modo de síntesis se puede señalar la promoción, iniciativa del Profesor Ferrari de la llamada Biblioteca Circulante que era un cajón valija portátil en el cual se colocaban libros que se mandaban a las escuelas más apartadas de la ciudad siempre con el fin de propiciar la lectura en los niños, la formación con un grupo de jóvenes la Subcomisión de Estudios Secundarios que editaría la revista Vértice, órgano oficial de la Biblioteca Rivadavia, que comienza a publicarse desde 1941 a 1950 y por un tiempo en 1973, una publicación realizada casi en su totalidad por jóvenes bajo la dirección del profesor Ferrari.
Desde sus orígenes y con el paso del tiempo se dictaron cursos muy variados por ejm de Labores, Italiano, Inglés, Francés, Química, Corte y Confección, Telegrafía, Taquigrafía, Dibujo Artístico y Pintura, Meteorología, Manualidades, Contabilidad, Matemática, Danzas Nativas Secretariado Comercial etc. Se adquiere el Cinematógrafo Infantil en la que se proyectaban películas, muchas de ellas de carácter educativo en forma totalmente gratuita. Se organiza la Subcomisión Infantil constituida por maestros que ayudaban a los niños con dificultades en sus tareas escolares. Se forma una Subcomisión Teatral para estimular la actividad artística y se establece el Teatro de Títeres, que permitía atraer y participar a muchos niños y jóvenes de la localidad. Se dictan conferencias, charlas de todo tipo y presentaciones de libros, entre otras actividades.
En la actualidad la institución tiene más de 700 socios y cuenta con más de 75000 libros y diarios de época, y un importante material sobre Villa Mercedes y la Provincia de San Luis que forma parte de la llamada Sección Puntana, creada por idea del profesor Ferrari. Se dictan cursos de distintos niveles de inglés para niños, jóvenes y adultos, de taekwondo, folklore, tango, piano, ajedrez, de alfabetización, yoga, etc.
Hoy podemos decir que se ha concretado el anhelo de Tomás Ferrari, que en ocasión de cumplir la institución sus primeros 51 años de vida expresaba: “LA BIBLIOTECA NO ES UNA INSTITUCIÓN DONDE SE GUARDAN LIBROS, UNA INSTITUCIÓN SIN ALMA, SIN VIDA, DONDE TODO ES BUROCRACIA O DEJAR HACER, ¡ NO!, LA BIBLIOTECA ES UN MOVIMIENTO CULTURAL, ESTA BIBLIOTECA ES VIDA E IMPULSA DE TAL MANERA LA VIDA QUE LA TRANSMITE.
Datos y reseña :José Costamagna, Jorge Sacchi