Se realizo en los Bajos del Café de la Plaza, el mítico pub del centro de Villa Mercedes, fue en el modelo conversatorio que se armó para presentar el libro digital “Pichana Britos. Una vida peronista”, autoría del daractense Gabriel Rodríguez.
Estuvieron gran parte de su familia, el intendente Maximiliano Frontera y su vice, Silvina Galetto; hasta el ex intendente Miguel Angel Bonino con quien coincidieron en la época cuando Pichana fue diputado nacional; el Defensor del Pueblo de la provincia Enrique Ponce; el rector de la Universidad Nacional de Villa Mercedes, Marcelo Sosa, el ex diputado nacional Pedro Carlos Maranguello, el secretario de Ética Pública, Ricardo Bazla; el profesor Tochi Moreno, además de ex legisladores provinciales y municipales, dirigentes gremiales y políticos, periodistas y militantes de diferentes partidos.
El senador del Departamento Pedernera, Adolfo Castro Luna, entregó el pronunciamiento aprobado el martes por la Cámara Alta de la provincia, declarando “de interés legislativo” el libro.
Junto a él se encontraba el ex intendente Eduardo Gastón Mones Ruiz, uno de los impulsores de la obra y amigo. El escribano recordó que al principio eran “adversarios políticos”, perteneciendo a corrientes internas diferentes del peronismo, pero con el tiempo estrecharon su relación. “Desde hace 27 años nos reunimos todas las semanas, los viernes a las 7:30 de la tarde, sin importar el clima, casi como un rito. Y hablamos de todos los temas”, confesó en tono íntimo. “Él es una buena persona y es mi amigo”, así lo presento a los presentes.
Por su parte, el autor de la obra, Gabriel Rodríguez, agradeció la presencia del público, explicó cómo surgió la idea del libro, el formato periodístico elegido, basado en preguntas y respuestas, y destacó el apoyo de quienes lo ayudaron, incluyendo a su esposa, quien actuó como correctora y lo acompañó durante las entrevistas.
Pichana se mostró emocionado y agradeció repetidamente el “halago” que significaba para él este homenaje a su trayectoria, aunque insistió en que le parecía “inmerecido”.
Sin embargo, las cerca de 90 personas que lo acompañaron no compartieron esa opinión, destacando sus valores, convicciones y honestidad a lo largo de una trayectoria política de más de 70 años