El ministro de Economía Luis Caputo recalculó hacia arriba la proyección de crecimiento de la actividad, que para el FMI sigue en 5,5 por ciento. El equipo económico busca una manera de evitar que la emisión cero ahogue la actividad
El Gobierno ahora cree la economía podría crecer más de 6% este año, envalentonado por el cambio de fase del plan económico con menores restricciones cambiarias y dólar flotante, mientras los economistas plantean que las reservas del Banco Central y la inflación pueden ser determinantes para la marcha del a actividad de los próximos meses.
El jefe del Palacio de Hacienda consideró que el Gobierno necesita “consolidar este nivel de crecimiento e incluso incrementarlo”. “Es una economía preparada para crecer más del 6%”, definió. “Hoy tenemos un muy buen auto. La economía es un auto y si tenés buenos fundamentals, tenés un buen auto. Si tenés un buen ancla, tenés un buen motor. El nivel de monetización es el combustible. Tenemos que remonetizar la economía más porque está en nivel bajo, menos de la mitad de lo normal”, agregó.
En el mismo evento, horas después, un panel de experimentados economistas y consultores dieron su visión sobre lo que esperan de la economía para los próximos meses y si bien aseguraron que está en una mejor condición que antes del cambio de gobierno, el nuevo esquema cambiario conlleva algún riesgo.
“Bienvenido a la macro que el agro y la minería tiren, pero se necesita reducir la dispersión entre los sectores. La mitad de las pymes están complicadas en la Argentina. Si no ordenas la macro, no hay micro que sirva”, dijo Santángelo.

Por otra parte, aseguró que “en términos fiscales, el año que viene hay que pasar de 1% a 2% de superávit, el ajuste será mucho mayor. En términos monetarios, el BCRA lo va a ir llevando. 50% de expansión monetaria, donde se busca que vayamos a una economía bimonetaria”.
Sobre la heterogeneidad por sectores, Fausto Sportorno (de Orlando Ferreres) agregó: “El tema de la heterogeneidad va a tardar un rato en arreglarse. También se generaron distorsiones en los últimos 10 años en sectores se invirtió que no van a ser competitivos, va a ser desafiante para el sector privado afrontar eso. Vamos a encontrar esas distorsiones, y no sirven para lo qeu viene, con menos inflacion y más abierta al mundo. El modelo anterior era baja competitividad, baja competencia y altos márgenes y se pasó a un esquema opuesto”, planteó.
“Desafíos: mayor entrada de capitales, inversiones, continuar con el ordenamiento macro y transformación del sector privado que tiene que encontrar un nuevo esquema de negocios. Si Argentina logra atravesar este contexto de incertidumbre global sin recesión, sería ya un logro”, completó.
A su turno, Marina Dal Poggetto, de EcoGo, aseveró que “estamos viendo lo que denominamos ‘el milagro económico’, que es una baja de inflación desde el 25% en diciembre del 2023 hasta 3,7% marzo de este año, junto a una recuperación económica que ha llevado a la actividad a niveles de 2017”, dijo.
“Hubo una reactivación del crédito violento, que se había desplomado al 6% en 2023 subiendo hasta el 10%. El crédito en dólares se multiplicó por 3 y el crédito en pesos en términos reales por 2”. El Gobierno logró, afirmó, “tres cosas que son contradictorias”. En primer lugar, “te estás encareciendo muy rápido”, luego, “no estás comprando dólares” y por último, “necesitas acceso al crédito, sin acceso al crédito, esto no funciona”, advirtió.
Por último, Alejo Costa, economista jefe de Max Capital, añadió que “la dificultad está en la transición”, entre un modelo y otro sino que “el foco es reservas y la inflación”. “El mercado lo que quiere ver es que el Gobierno tenga un préstamo de USD 20.000 millones y no lo use”, dijo.
“Hoy existe un trade off (disyuntiva) entre acumulación de reservas y bajar la inflación, el gobierno dice no va a a poner en peligro la desinflación por la compra de reservas. Inversores lo entienden, pero querrían ver algo de compra de reservas para apostar a una mayor confianza”, cerró.