El MotoGP volverá a correr en el autódromo Oscar y Alfredo Gálvez de Buenos Aires en 2027, tras casi tres décadas de ausencia en la capital argentina. El anuncio fue realizado este domingo por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, durante un acto en el circuito de Villa Riachuelo, donde se confirmó una millonaria inversión en obras de remodelación para adecuar el predio a los estándares internacionales exigidos por la Federación Internacional de Motociclismo (FIM).
La última vez que el MotoGP se disputó en Buenos Aires fue en 1999. Desde 2014, el certamen se trasladó a Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, pero el calendario de 2026 ya no incluye a Argentina. El regreso al Gálvez, entonces, no solo recupera una sede histórica que albergó a leyendas como Valentino Rossi y Mick Doohan, sino que también proyecta un nuevo capítulo en la historia del deporte motor nacional.
Acompañado por el director deportivo de Dorna Sports, Carlos Ezpeleta, y por el ingeniero alemán Hermann Tilke —conocido por diseñar los circuitos más emblemáticos de la Fórmula 1—, Macri aseguró que las obras comenzarán en octubre de este año. Los trabajos incluirán una renovación total del circuito: pista, boxes, paddock, zonas de seguridad, defensas e infraestructura tecnológica. El objetivo es alcanzar el Grado 2 de la FIA, lo que permitiría albergar todas las categorías automovilísticas, excepto la Fórmula 1.
Sin embargo, las expectativas van más allá del motociclismo. “Este es el primer paso para postularnos nuevamente como sede de la Fórmula 1”, declaró Macri, quien apuesta a posicionar a Buenos Aires como una plaza de referencia internacional en competencias de elite.
Se estima que el renovado Gálvez podrá albergar hasta 150.000 espectadores en sus tribunas, mientras que la transmisión del evento llegará a más de 200 países. Con este anuncio, el deporte motor argentino se ilusiona con recuperar el protagonismo global que supo tener décadas atrás.