La reconocida cadena busca comprador tras 43 años en el país y tres firmas locales compiten por quedarse con una red que cuenta con 17.000 empleados.
Después de 43 años de operación ininterrumpida en Argentina, Carrefour, una de las cadenas de supermercados más emblemáticas del país y parte del grupo francés homónimo, se prepara para cerrar un capítulo histórico.
La empresa francesa decidió buscar comprador o socio local para su filial en Argentina, en un proceso que abrió semanas atrás con la designación del Deutsche Bank para gestionar la operación de venta.
El mandato otorgado a esta entidad financiera contempla la evaluación de ofertas que podrían culminar en la transferencia total o parcial del negocio local, un paso que se inscribe en la estrategia global de Carrefour de concentrar sus esfuerzos en mercados clave como Francia, España y Brasil.
CARREFOUR CONFIRMÓ QUE SE VA DE ARGENTINA
El negocio que está en juego es de gran dimensión: Carrefour Argentina cuenta con 17.000 empleados distribuidos en 690 sucursales que cubren 22 provincias y 100 municipios.
Su portafolio operativo integra múltiples formatos de tiendas, incluyendo hipermercados, supermercados Market, tiendas de proximidad Express, canales online y también Maxi, un formato orientado al mayorista. Adicionalmente, la filial comercializa servicios financieros a través de un banco propio y posee activos inmobiliarios estratégicos de alta valoración.
Esta magnitud genera cierto temor o precaución entre potenciales aspirantes que evaluaron la operación. Fondos y grupos como Inverlat, conocido por tener la marca Havanna, los supermercados de origen chino y el empresario Manuel Antelo junto con la uruguaya Tienda Inglesa, se bajaron antes de pasar a instancias más avanzadas en la negociación.
El valor de referencia para la operación se ubica alrededor de los mil millones de dólares, aunque los franceses están abiertos a aceptar una venta parcial, lo que flexibiliza el esquema y reduce la necesidad de una inversión total inmediata.
CUÁLES SON LOS OBSTÁCULOS QUE DIFICULTAN LA VENTA DE CARREFOUR
Más allá del precio, la negociación enfrenta retos típicos pero con un impacto alto en el precio y en la estructura futura de los negocios.
“Una de las cláusulas contractuales que debe manejarse es la prohibición expresa de seguir utilizando la marca Carrefour en Argentina, lo que obliga a los compradores a encarar un proceso de rebranding y posicionamiento frente a los consumidores”.
Asimismo, están pendientes las contingencias asociadas a futuros juicios laborales –una problemática recurrente en el sector local– que suelen descontarse del valor final para mitigar riesgos.
¿POR QUÉ MOTIVO CARREFOUR SE VA DE ARGENTINA?
La salida de Carrefour del mercado argentino se explica por una combinación de factores macro y específicos del negocio. Aunque la liberalización parcial del cepo cambiario abrió cierta ventana para la disposición de divisas, desde la casa matriz en París pesan otras consideraciones estratégicas globales y particulares a la realidad argentina.
“Entre ellas, la baja en el consumo, que desde ciertos operadores se explicita como un mercado efectivo reducido a “20 o 25 millones de habitantes” debido a la caída del poder adquisitivo general; además, la excesiva volatilidad económica y la inflación crónica que erosionan los márgenes de rentabilidad.”
Los ejecutivos locales reconocen abiertamente que “cuesta ganar plata” en este contexto, y que sostener la operación requiere una reestructuración integral a fondo, lo que explica la decisión de la “cirugía mayor” que implica dejar un mercado donde, a pesar del liderazgo en volumen y notoriedad, Carrefour nunca tradujo ese protagonismo en rentabilidad constante.
Alexandre Bompard, CEO global de Carrefour, reforzó una estrategia de concentración en mercados considerados prioritarios para la cadena, como el europeo y el brasileño, dejando discretamente de lado territorios como Argentina.
Se trata de una señal clara que marca el paso de la multinacional europea hacia una simplificación y foco, mientras que el supermercado argentino continúa siendo uno de los más competitivos y dinámicos, pero también uno de los más difíciles desde la perspectiva financiera.
QUIÉNES SON LOS TRES GIGANTES QUE BUSCAN COMPRAR CARREFOUR
La pulseada comercial y estratégica por quedarse con Carrefour Argentina está dominada por tres pesos pesados del supermercadismo local. Alfredo Coto, dueño de la cadena homónima que rivaliza con Carrefour a nivel nacional, encabeza una movida decidida para ampliar su escala y perfil comercial.
Para enfrentar la complejidad de la operación, Coto conformó un equipo de trabajo liderado por su hijo Germán Coto y contrató asesoría especializada con la consultora S+R, dirigida por Fernando Cinalli, junto a Isela Costantini, reconocida exdirectiva del sector automotriz. La apuesta de Coto se centra en aprovechar la red consolidada de formatos variados de Carrefour, incluyendo su presencia puntera en el segmento de proximidad con Carrefour Express en múltiples ciudades y barrios.
El segundo gran jugador es Francisco de Narváez, empresario que controla ChangoMás desde la compra del centro de supermercados de Walmart Argentina en 2020. De Narváez se muestra confiado y públicamente asegura ser el “ganador natural” de la operación porque la integración de Carrefour ampliaría sustancialmente su alcance comercial, diversificaría formatos y fortalecería su posición negociadora frente a proveedores y terceros.
Se desprenden informaciones que indican que De Narváez ya está gestionando líneas de crédito para financiar la millonaria operación, previendo el nivel de inversión requerido.
Finalmente, en el tercer puesto aparece con menor exposición la familia Braun, propietaria de La Anónima, un grupo fuerte en la Patagonia con un perfil más reservado dentro de las negociaciones actuales, según informó el diario Clarín.
Aunque no está aún claro si avanzarán con una oferta formal, su presencia en la mesa de diálogo apunta al interés de seguir consolidando peso regional y escalar en la competitividad nacional.