Villa Mercedes celebró este lunes una jornada histórica en el marco de su 169° aniversario. En un acto cargado de emoción, 144 familias recibieron las llaves de sus nuevas viviendas en el complejo urbanístico La Ribera, poniendo fin a más de una década de espera. La ceremonia fue encabezada por el gobernador Claudio Poggi, acompañado por el intendente Maximiliano Frontera, el secretario de Política Habitacional, Hugo Rossi, y autoridades provinciales y nacionales.
El clima festivo se sintió desde temprano: camionetas con muebles, colchones y cajas esperaban a un costado del predio, listas para iniciar la mudanza apenas concluyera la entrega. Para los adjudicatarios, no fue una ceremonia más, sino el cierre de un ciclo donde la incertidumbre, la frustración y la falta de respuestas habían marcado el camino desde su inscripción, en diciembre de 2011, a los planes habitacionales “Progreso” y “Sueños”.
Tras la proyección de un video institucional que repasó la historia de las familias beneficiarias, llegó el momento más esperado: la entrega de carpetas y llaves. Para muchas de ellas, este gesto significó mucho más que acceder a un techo propio; representó recuperar un derecho largamente postergado. Con esta adjudicación, el Gobierno superó las 500 viviendas entregadas en la segunda gestión de Poggi.
En su discurso, el gobernador pidió disculpas en nombre del Estado por los años de demora y recordó el compromiso que había asumido con los vecinos que se le acercaban fuera de la función pública. “Las primeras casas que se hicieron cuando volvimos a gobernar fueron las de ustedes. Hoy empieza una historia nueva para cada uno, y esta Navidad la van a pasar en su casa”, expresó ante un auditorio colmado de aplausos.
Mientras avanzaba la tarde, las viviendas comenzaron a llenarse de movimiento: luces encendidas, timbres que recibían un nombre por primera vez y familias recorriendo los ambientes donde empezará una nueva etapa de sus vidas.
Voces de los beneficiarios
Guillermo Tobares, uno de los adjudicatarios, sintetizó la emoción compartida: “Llegó el día. Salimos de los alquileres, que cada vez son más caros, y ahora vamos a tener nuestra casita. A disfrutar y hacer lo mejor posible de ahora en adelante”.
Para Natalia Aparicio, la jornada fue inolvidable. “Es el día más feliz de mi vida, porque tengo mi hogar. Nunca imaginé que este momento iba a llegar. Ahora solo pienso en una cosa: pasar la Navidad en mi casa con mi familia”, contó entre lágrimas.
Karina Llambias también revivió un largo camino. Recordó que en 2016 había sido notificada de que recibiría su vivienda, pero el proceso se detuvo con el cambio de gestión. “Fue muy frustrante. Me habían dicho que me entregarían la casa y nunca más me avisaron. Muchos decían que ya estaba perdido”. Ocho años después, con su hija ya adolescente, finalmente recibió las llaves: “El primer día que vine no había nada, era un campo vacío. Hoy poder abrir la puerta de mi casa es algo inexplicable”.
El acto dejó imágenes difíciles de olvidar: abrazos, llantos, risas y familias que, después de tantos años, comenzaron a construir un nuevo capítulo bajo un techo propio. En Villa Mercedes, el aniversario se celebró no solo con palabras, sino con futuros abiertos.