Se trata del sospechoso que se fugó de una comisaría, que luego fue recapturado y liberado por una jueza este lunes. La revuelta ocurrió en el barrio Ciudad Jardín
El descontento por la liberación de Sosa llevó a sus vecinos a incendiar su vivienda. Según señaló el jefe de la Unidad Regional de Orden Público (UROP) II, el comisario general Oscar Contrera, el foco ígneo comenzó alrededor de las 22:20 del lunes.
Detalló que la vivienda es sumamente precaria, que está revestida por nailon tipo silobolsa y que solo consta de una habitación de 2,50 metros de ancho por cuatro metros de largo. Está ubicada en la esquina de la calle Conejitos y Margaritas del Ciudad Jardín.
Una fuente policial aseguró que, tras la resolución de la jueza de dejar libre a Sosa, los vecinos se organizaron y decidieron incendiarle la casa, en la que no había nadie puesto que los familiares del sospechoso lo refugiaron en otro domicilio.
Producto de las llamas tomó intervención personal de la Comisaría 11ª y actuaron Bomberos Voluntarios de El Fortín, quienes se encargaron de combatirlas. El informante refirió que se presume que el fuego fue iniciado por tres o cuatro vecinos, aunque luego otros se sumaron a la protesta y llegaron a ser un total de 15 personas. “No quieren que esta persona, quien tiene un amplio prontuario delictivo, vuelva al barrio”, resaltó.
Por otra parte, el comisario Contrera señaló que no hubo denuncia ni detenidos por el incendio y que, además, se reforzó la seguridad en la escena del hecho.
El cúmulo de los hechos que ocurrieron desnudaron una realidad compleja. Por una parte, la Policía actúa bajo la órbita y directivas de la Justicia y, más allá de eso, tiene las manos atadas. A su vez, los jueces deben actuar y decidir sobre las causas en la que intervienen “ajustados a derecho”, es decir, teniendo como marco las leyes y códigos procesales vigentes, que en ciertos casos son una limitación.
“Encima la Justicia lo deja libre para que siga robando”, escribió un usuario de Facebook en una publicación sobre el incendio. Cabe recordar que “El Tatanga” no es trigo limpio: cuenta con al menos cinco antecedentes por robos, algunos por los que purgó condenas, y hasta estuvo implicado en un homicidio. Además del caso que recayó en Olguín, el joven está imputado por otro robo que investiga la Fiscalía de Instrucción 4.
Fuente: El Diario