El epidemiólogo e infectólogo Hugo Pizzi, docente de la Universidad Nacional de Córdoba, manifestó seria preocupación ante el derrumbe de las coberturas de vacunación en Argentina. La alerta se intensificó luego de la muerte de varios niños por tos convulsa, una enfermedad prevenible desde hace más de un siglo. Según señaló, el país atraviesa “una situación insólita, imprevista, jamás pensada”.
Pizzi advirtió que enfermedades como la tos convulsa y el sarampión se encuentran entre las más contagiosas conocidas. “Un enfermo puede contagiar a dieciocho personas”, enfatizó. Recordó además que Argentina se encuentra bajo alerta epidemiológica debido a la circulación de personas infectadas provenientes de Uruguay, que estuvieron en tránsito por siete provincias.
Un retroceso que pone en riesgo décadas de protección
El especialista sostuvo que la baja adherencia a los esquemas de vacunación está destruyendo un logro histórico del sistema sanitario. “Nos están rompiendo una inmunización de tantos años. Éramos un ejemplo en Sudamérica y el mundo”, lamentó. Señaló que, tradicionalmente, el país contó con uno de los mejores calendarios vacunales, con provisión constante y vacunas de calidad.
A la caída en la cobertura se suma el incremento de patologías prevenibles. Según Pizzi, se observan aumentos en tuberculosis, hepatitis y sífilis. “Todo lo mencionado tiene vacuna. La sífilis casi duplicó los casos”, advirtió.
Causas del rechazo y respuestas institucionales
El especialista identificó distintos factores detrás del rechazo a las vacunas: grupos antivacunas, corrientes naturistas y ecologistas, además de personas mal informadas que “se dejan influenciar por discursos inapropiados”. Sin embargo, destacó el rol de algunas provincias y de la Justicia. Citó el caso de Mendoza, donde se estableció un plazo para completar vacunaciones obligatorias bajo riesgo de sanciones, y valoró que Santa Fe haya retomado las campañas de inmunización escolares.
Mencionó también intervenciones judiciales en embarazadas que se negaban a recibir vacunas obligatorias, como un fallo reciente en Venado Tuerto donde se rechazó un amparo para evitar la inmunización indicada después de la semana veinte. Pizzi afirmó que varios de los niños fallecidos por tos convulsa no fueron protegidos adecuadamente: “Dos de los diez fallecidos son casos de madres que no se vacunaron durante la gestación”.
Cobertura en caída libre
Los datos presentados por Pizzi revelan un deterioro acelerado. Antes de la pandemia, la cobertura de vacunación infantil era cercana al 90%. Tras la crisis sanitaria, cayó al 70%. La situación actual es crítica: “La primera dosis de la séptuple está en el cincuenta por ciento y la segunda en el cuarenta”. Para el especialista, estos valores hacen imposible sostener cualquier inmunidad colectiva. “Se rompe cualquier tipo de rebaño”, afirmó, y recordó que la Justicia federal ya estableció que “quien quiera vivir en sociedad debe cumplir las normativas de la sociedad”.
“Las vacunas nos sacaron de la Edad Media”
Pizzi remarcó la trascendencia histórica de las inmunizaciones. “Las vacunas y el agua potable nos sacaron de la Edad Media”, afirmó. Recordó que la viruela mató a millones hasta el siglo XVIII, antes de ser erradicada por la vacunación, y citó datos de la OMS: “Si la vacuna del sarampión no existiera, entre 2000 y 2024 la humanidad hubiera perdido sesenta millones de habitantes”.
Compartió además una reflexión personal: “Mi madre nos llevaba a hacer cola cuando apareció la vacuna contra la poliomielitis. Hoy todavía vemos adultos con secuelas por no haber podido acceder a esa protección”.
Un llamado urgente a la responsabilidad social
Frente a este escenario, Pizzi insistió en la necesidad de recuperar la confianza en los programas de inmunización. “Las vacunas nos protegen”, reiteró, y llamó a la población a asumir un compromiso colectivo con la salud pública. “No puedo creer que estemos firmando certificados de defunción por tos convulsa. Es insólito”, concluyó.