Si se mide la cantidad de casos y muertes por día se puede advertir que hubo una aceleración. Mientras entre julio y fines de octubre los casos aumentaron a razón de uno cada dos días, en los últimos 15 días esa cuenta da siete por día.
El Streptococcus del grupo A comúnmente origina distintas infecciones cutáneas como impétigo, celulitis, y escarlatina, mientras que la faringitis se diagnostica mediante cultivos bacterianos.
Los síntomas de la faringitis son dolor de garganta, fiebre, cefaleas, dolor abdominal, náuseas y vómitos, enrojecimiento de faringe y amígdalas, mal aliento, ganglios aumentados de tamaño en el cuello.
En lo referido a la escarlatina, los síntomas más frecuentes son garganta roja y adolorida; fiebre (38.3° o más); erupción color rojo con textura de papel de lija; piel de color rojo intenso en los pliegues de axila, codo e ingle; recubrimiento blancuzco sobre la lengua o el fondo de la garganta; lengua “aframbuesada”; dolor de cabeza; náuseas o vómitos; inflamación de los ganglios; dolores en el cuerpo.
“La recomendación es que ante la aparición de síntomas no se automediquen, que vayan al médico, que el diagnóstico es rápido y que después cumplan con las indicaciones de tratamiento”, aseguró Castelli.
“Estás infecciones, incluso los clones mutantes, son sensibles a la penicilina y derivados, por lo que no hay ningún problema con los antibióticos. Lo que no tiene que suceder es la automedicación o la administración incompleta de tratamientos porque eso favorece la emergencia de resistencia antibiótica”, recomendó Guzzi y llamó a “simplemente estar atentos y hacer la consulta precoz”.