Un nuevo método anticonceptivo masculino llamado ADAM avanza en su desarrollo con resultados alentadores. Este tratamiento es no hormonal, reversible y mínimamente invasivo.
ADAM consiste en la inyección de un hidrogel en los conductos deferentes, los canales que transportan los espermatozoides. El gel bloquea físicamente el paso del esperma durante la eyaculación, actuando como una barrera temporal.
La técnica fue desarrollada por la empresa biotecnológica Contraline. Su aplicación se realiza bajo anestesia local, en un procedimiento ambulatorio que dura menos de diez minutos.
A diferencia de una vasectomía, este método está diseñado para degradarse de forma natural con el tiempo, lo que permitiría recuperar la fertilidad sin necesidad de cirugía adicional.
En la primera fase del ensayo clínico, realizada en Australia con 25 voluntarios, se observó que algunos participantes no presentaban espermatozoides en sus muestras de semen hasta 24 meses después de la aplicación. Además, no se reportaron efectos adversos graves.
Contraline anunció que próximamente comenzará una segunda etapa de pruebas con más participantes, para seguir evaluando la eficacia, seguridad y reversibilidad del método.
Por el momento, ADAM continúa en fase de investigación clínica y no está aprobado aún para su uso comercial.