Según fuentes, la operación sería en torno a unos 25 millones de dólares, cuyo desembolso sería en cuotas. El trato se cerraría a cambio de un Boeing 757-256 modelo 2000.
“Eso es fundamental porque Massa dijo que no va a largar todos los dólares juntos”, expresó una fuente al tanto de la iniciativa. Además del dinero el Gobierno daría como parte de pago el Tango 01, que fue adquirido en 1992, durante la Presidencia de Carlos Menem.
La aeronave, que en su momento costó unos 66 millones de dólares, está fuera de funcionamiento desde 2016, por un mantenimiento anual en torno a los 220 mil dólares. Si todo sale bien, sería aceptado como parte de pago por alrededor de tres millones de dólares.
Así, el desembolso neto para el Estado será de unos US$22.300.000, aseguraron desde Casa Rosada. “Queremos hacerlo en varias cuotas, pero si el costo de una financiación no es bueno, se tendrá que pagar en un solo pago”, advirtió una alta fuente del Gobierno.
Un informe elaborado a pedido de la Secretaría General de Presidencia, a cargo de Julio Vitobello, da cuenta que “en la presente administración se llevan erogados unos U$S 4.371.286,36″ en concepto de alquiler de aviones.
Además, el documento da cuenta que entre 2015 y 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, “se erogó en concepto de alquiler de aviones, la suma de U$S 9.862.186,94 y de Euros 379.198,00″.
“Lo que gastamos en alquileres justifica comprar un avión y que ya quede para el Estado”, resumió una fuente gubernamental.
El documento también expone que en un vuelo comercial “la cápsula de seguridad que debe conformarse para el resguardo de la seguridad física del Presidente, su familia y su comitiva es impracticable” y añade que “la seguridad médica y electrónica durante el vuelo, y la seguridad del equipaje del Presidente y su comitiva está muy limitada”.