La falta de respuesta del rector saliente David Rivarola de reunirse con el rector electo Marcelo Sosa, para acordar la transición, ha instalado las dudas en cuanto a las características que tendrá el acto de asunción de las nuevas autoridades, previsto por cronograma electoral para el 30 de octubre.
“Mirá, si el rector no quiere ceder el Aula Magna, no tengo inconvenientes. Le presenté una nota el 1 de setiembre pidiendo una audiencia para tratar ese y otros temas, pero aún no tengo respuesta. No hay problema, si no quiere que hablemos, no lo haremos.
Pediré permiso al intendente Frontera para que me permita realizar el acto de asunción en la Plaza Pedernera. No deja de ser algo original”, dijo Sosa despreocupado.
Cuando falta un mes y medio para la asunción de las nuevas autoridades de la UNViMe, esta insólita situación se ha planteado porque el rector saliente David Rivarola se niega a recibirlo, a pesar que públicamente ha expresado que reconocía el triunfo de Sosa e iba a facilitar una “transición ordenada”.
Sin embargo, tras las elecciones del 16 de agosto en las que el ex ministro de Educación obtuvo un triunfo contundente con la fórmula que integró con el Lic. Santiago Farenga, la relación con el titular de la universidad no prosperó por carriles tranquilos.
“Dejé pasar 15 días y como Rivarola no respondía mis pedidos verbales, opté por presentar una nota por mesa de entradas, el 1° de septiembre, solicitando una reunión para establecer una agenda de trabajo conjunto, por el traspaso institucional previsto para el 30 de octubre”, informó Marcelo Sosa.
En la misma, precisó además cuáles serían “algunas de las cuestiones” a tratar:
⦁ “Situación económica financiera de la UNViMe”, en especial lo atinente a las obligaciones a pagar (fechas, instrumentos, proveedor, estado de cumplimiento, retrasos si hubiere), recursos y resultados (incluyendo ahorros y fondo anticrisis), presupuesto 2024, contrataciones en curso y la contratación del nuevo agente financiero. En tal sentido le solicita respetuosamente “la no prosecución de las tramitaciones que vinculen ejercicios presupuestarios futuros” y “la incorporación de personal y/o modificación de revista con o sin estabilidad y que comprometan el erario…”.
⦁ “Infraestructura”, en especial “lo atinente al edificio y predio del Campus de zona norte de la ciudad y las tramitaciones dirigidas a la Coordinación de la Dirección de Proyectos Sectoriales y Especiales del Ministerio de Obras Públicas de la nación, que se suscribieron el pasado 13 de agosto”.
⦁ Finalmente, el Dr. Sosa plantea tratar las características del acto mismo de traspaso, previsto para el 30 de octubre.
A casi dos semanas, el rector Rivarola no contestó formalmente y Sosa sólo obtuvo evasivas a través de mensajes de whatsapp.
“Creo que le molestó el temario que indiqué en la nota, pero me parece algo lógico conocer un diagnóstico real de la situación económica en que se encuentra la institución, las obligaciones a pagar y demás”, enfatizó Sosa.
COSAS TURBIAS
A casi un mes de las elecciones en la universidad, llegaron al rector electo novedades que lo han preocupado.
Una de ellas es que continúa sin pagarse el alquiler de la sede que la UNViMe ocupa en Justo Daract, donde funcionan los profesorados de Educación de la Escuela de Ciencias Sociales y Educación.
También se enteró que algunos docentes han iniciado trámites para que se les conceda “dedicación exclusiva”, la categoría más alta de la escala salarial. “Eso es al menos irregular y no pueden tomarse a esta altura ese tipo de decisiones”, dijo Sosa a La Pedrera Noticias.
Otra cuestión que mereció la atención del rector electo es el proceso licitatorio iniciado por la universidad, para adjudicar el manejo financiero de la UNViMe a una nueva entidad bancaria.
Por esa razón, el Dr. Sosa se hizo presente este miércoles en la entidad, el Banco Galicia, y presentó una nota por mesa de entradas, en su carácter de rector electo.
En la misma solicita la “no prosecución” del procedimiento de adjudicación, atendiendo al hecho de que habiendo nuevas autoridades electas, necesita interiorizarse de los alcances del contrato, “que compromete ejercicios presupuestarios futuros”.
También exige al Galicia que no efectúe ningún desembolso económico en concepto de canon, otros aportes u emolumentos, “bajo apercibimiento de revocar, rescindir o anular el contrato…”.´
“Esto es gravisimo, porque no es normal que se apure un acuerdo económico por más de 200 millones de pesos a poco más de un mes de dejar la conducción de la universidad.
Aquí no estamos en presencia de ninguna transición ordenada, sino de acciones reñidas con la legalidad y la ética, que abren un sinfín de sospechas y especulaciones”, concluyó Marcelo Sosa.
Un colaborador de Sosa filtró a La Pedrera el texto de la carta que presentó al Banco Galicia.