Cuando llegó el personal médico, nada pudo hacer. El fallecimiento fue instantáneo. Ambos llevaban casco y transitaban en dirección a la ciudad.
Las vidas de Julieta Andrada y Agustín Umere se apagaron de repente y al mismo tiempo, dejando a dos familias sin consuelo y a toda Villa Mercedes conmocionada.
Julieta, quien había cumplido 19 años en septiembre, era parte de la academia de danzas urbanas We Dance. Sus videos la mostraban radiante y llena de vida. En sus publicaciones, a menudo compartía cómo el baile le daba fuerzas y ganas para afrontar la vida con actitud. Amaba eso. “Hagan lo que les gusta, lo hagan bien o mal, si es lo que realmente los motiva siempre se van a sentir bien”, solía decir.
La última historia que dejó en Instagram mostraba a jóvenes bailando con una frase que impacta: “Un bailarín muere dos veces, la primera vez es cuando deja de bailar, y dicen que esta primera muerte es la más dolorosa”.
Además, tenía un emprendimiento llamado Oh my nails, que promocionaba en las redes con una frase motivacional: “Ponte uñas, enfócate en ti y ponte feliz porque feliz ya sos”.

