Científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (Singapur) y la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur) desarrollaron un protector solar que utiliza polen de camelia en lugar de minerales como dióxido de titanio o óxido de zinc, que pueden dañar los arrecifes de coral.
- Protector solar sin minerales.
- Hecho con polen de camelia.
- No daña los corales.
- SPF 30 equivalente.
- Baja la temperatura de la piel.
- Sin químicos agresivos.
- Producción sostenible.
Polen: una alternativa natural para proteger la piel y los océanos
Los protectores solares tradicionales, incluso aquellos etiquetados como «minerales», contienen ingredientes como dióxido de titanio o óxido de zinc que, aunque efectivos contra los rayos UV, pueden resultar devastadores para los ecosistemas marinos. Estos compuestos, al disolverse en el agua, alteran la química marina y contribuyen al blanqueamiento de los corales, una de las mayores amenazas para la biodiversidad de los océanos.
En respuesta a este problema, un equipo de investigación de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU), en Singapur, en colaboración con la Universidad Nacional de Seúl, ha desarrollado un protector solar innovador a base de polen de camelia. Esta solución no solo protege la piel humana, sino que también respeta la vida marina.
De flor a fotoprotección: cómo funciona
El proceso comienza con el uso de polen de camelia, una fuente natural no alergénica, abundante y de bajo costo. A través de un método exclusivo y sin uso de químicos agresivos ni altas temperaturas, los investigadores eliminan el contenido interno de los granos de polen, dejando intacta la estructura externa compuesta por esporopolenina, un biopolímero natural altamente resistente.
Este material se convierte en un microgel transparente, con un grosor similar al de un cabello humano. Al aplicarse sobre la piel, actúa como una barrera eficaz contra los rayos UV, con una protección comparable a un protector solar con SPF 30, es decir, bloquea alrededor del 97 % de la radiación ultravioleta.
Además, se ha demostrado que reduce la temperatura de la piel en 5 ºC durante al menos 20 minutos tras la aplicación, gracias a su baja absorción de energía en el espectro visible e infrarrojo cercano. Esto representa un beneficio extra en climas cálidos o durante actividades prolongadas al sol.
Protección sin impacto ambiental
Uno de los hallazgos más significativos del estudio es que, a diferencia de los protectores solares convencionales, este microgel no provoca efectos adversos en los corales, incluso tras 60 días de exposición continua en ambientes acuáticos. En contraste, los corales expuestos a productos comerciales mostraron signos de blanqueamiento severo en menos de una semana.
Esto convierte al protector solar de polen en una alternativa realmente respetuosa con el entorno marino, lo cual es especialmente relevante en zonas costeras, parques naturales y destinos turísticos donde se busca proteger activamente los arrecifes.
Aplicaciones y próximos pasos
Aunque actualmente se encuentra en fase experimental, este avance podría allanar el camino para una nueva generación de cosméticos biodegradables. Ya se estudian aplicaciones similares en cremas hidratantes, mascarillas faciales y productos para la protección solar infantil, donde la seguridad y la suavidad en la formulación son esenciales.
Países como Hawái, Palaos y Aruba han prohibido el uso de protectores solares con químicos perjudiciales para los corales, lo que podría abrir oportunidades reales para esta tecnología basada en polen. Si se logra escalar su producción de manera eficiente, podría convertirse en un estándar para viajeros responsables y consumidores conscientes del impacto de sus hábitos.
Este tipo de innovación representa una forma concreta de conectar la biotecnología vegetal con la acción climática. Al reemplazar ingredientes sintéticos por materiales naturales, renovables y biodegradables, se reduce no solo la contaminación marina, sino también la huella de carbono asociada a la producción de cosméticos.
Además, el uso del polen como materia prima reutiliza subproductos agrícolas que, de otro modo, quedarían sin aprovechar. Esto encaja dentro de una economía circular, donde los residuos de una industria pueden convertirse en recursos para otra.
FUENTE:https://www.ntu.edu.sg/news/detail/scientists-develop-coral-safe-cooling-sunscreen-from-pollen