La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, dice el dicho. Y seguramente cuando María Gatica partió de su Villa Mercedes natal, luego de culminar sus estudios secundarios, para estudiar en Buenos Aires «Tripulante de cabina», lo que se conoce comúnmente como Azafata, jamás imaginó que tendría algún día el privilegio de recibir nada menos que al avión que trasladó a la Selección Argentina campeona del mundo en Qatar 2022.
Para quienes creen en el destino, sin dudas esta es una buena historia. Porque en el medio se le ocurrió estudiar la carrera de «Controladora Aérea», profesión estresante pero que le fascina.
Pero hay más: inicialmente se informó que la nave llegaría aproximadamente a las 20:00 h del pasado lunes 19, con lo cual no sería ella quien diera la bienvenida a los jugadores argentinos. Pero luego hubo un retraso, y finalmente arribaron en la madrugada del martes, coincidiendo con el horario que correspondía a su turno. Al parecer, estaba predestinada.
Desde la Torre de Control de Ezeiza, esta simpática villamercedina, sobrina del artista plástico Hugo Sayavedra, protagonizó un momento que jamás olvidará, junto a unos pocos compañeros de trabajo que sumaron su espontáneo aplauso, todos «luckeados» con la celeste y blanca.
Para eso, claro está, se salió de la formalidad que implica el protocolo establecido. En su interior, presintió que el extraordinario momento que tenía por delante, le permitía tomarse una licencia sin riesgo de recibir sanciones. Maru, como le dicen, tuvo unas cálidas palabras de recepción que emocionaron no solo a los pilotos que aterrizaban, sino a los propios “gladiadores”, dado que se abrió el sonido de los parlantes para que todos los pasajeros pudieran escuchar sus palabras, las primeras felicitaciones que recibieron Messi y los suyos al pisar suelo argentino.