Cerca de las 19 se oscureció hacia el sector sur de la ciudad, la comunidad ya estaba avisada de que había alerta meteorológicas.
Los campos ubicados al sur como, el centenario, Isla Blanca, se volaron las chapas del techo de una casa, la parte de la habitación y baño principal. Voló la galería del anexo del lado que da al sur, una parte del techo del galpón.
“También arranco árboles de raíz, el parque de la estancia es un desastre, la antena de WiFi quedó doblada como en 5 partes, la verdad que un desastre”. Explico un empleado del lugar.
Los pobladores hablan de tornados, pero para llegar a esta denominación tienen que cumplir con determinadas dimensiones y características. Tienen un ancho típico de 100 o 200 m y van dejando una estela destructiva de ese espesor por algunos kilómetros. Su viento es mayor a 65 km/hora con ráfagas superiores a 135 km/hora y de hasta alrededor de 400 km/hora”.
El mayor impacto destructivo es el del viento y la bajada súbita de presión que destruyen viviendas y arrancan árboles de raíz elevándolos en el aire, así como a otros objetos, incluso automóviles.
