Esta situación los ha llevado a tomar medidas extremas para poder subsistir, entre las cuales se incluye la venta de empanadas como medio de ingreso.
Desde su arribo en diciembre del año pasado, los médicos se establecieron en Buena Esperanza con la esperanza de iniciar sus carreras profesionales en la provincia. Sin embargo, la ausencia de remuneración por parte de las autoridades provinciales ha complicado su situación económica, forzándolos a residir en una vivienda estatal y buscar alternativas de ingresos como la mencionada venta de empanadas.
Domínguez expresó su descontento ante esta situación, señalando que a pesar de haber desempeñado sus labores sin un contrato formal, aún no han recibido el pago correspondiente, el cual asciende a más de $400 mil. La pareja de médicos, recién graduados a finales del año pasado, se vio obligada a emprender la venta de empanadas como una forma de hacer frente a sus gastos cotidianos.