Vecinos y organizaciones ambientales de Traslasierra expresan creciente inquietud ante las actividades exploratorias que se realizan en la histórica mina de Las Tapias, donde una empresa de capitales chinos evalúa la presencia de litio. Aunque las tareas cuentan con autorizaciones provinciales, habitantes de la zona reportan explosiones, movimiento de camiones y posibles irregularidades ambientales. Legisladores locales solicitaron informes a la Secretaría de Minería.
La mina se encuentra a pocos cientos de metros de áreas urbanas, en inmediaciones de un arroyo y cerca del dique Boca del Río, fuente de agua para Villa Dolores y otras localidades. Desde el Foro Ambiental de Traslasierra advierten sobre un aumento de actividades extractivas en distintos sectores de la región y señalan falta de transparencia en el proceso. El debate se da en un contexto nacional marcado por el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que reactivó el interés por minerales críticos como el litio y las denominadas “tierras raras”.
Una explotación con larga historia
Las Tapias tiene actividad minera desde la década de 1940, con extracción de tungsteno, berilo, mica y cuarzo. Documentación exhibida en el predio muestra una resolución de septiembre de 2023 que autoriza la explotación a nombre de Juan Andino, quien habría cumplido los requisitos administrativos.
En 2018, la empresa Pampa Litio realizó prospecciones para identificar litio en espodumeno, aunque según vecinos se retiró por no hallar volúmenes económicamente viables. Actualmente, una decena de empleados chinos vinculados a la firma que retomó la actividad se ha integrado visiblemente en la vida local.
La economía de Las Tapias se sostiene principalmente en la producción de ladrillos y en emprendimientos turísticos, sectores que ven con preocupación el avance de la minería. “Salen camiones llenos de piedras que se van directamente a la China”, relató un vecino. El secretario de Gobierno, Maximiliano Romero, afirmó que no existe vínculo formal entre el municipio y la empresa y señaló que “quizá los vecinos naturalizaron las explosiones de la mina”, aunque reconoció la inquietud de ambientalistas y concejales. Recordó además que el Concejo Deliberante aprobó en 2018 una ordenanza que prohíbe la minería a gran escala en el ejido.
Reclamos por información y control ambiental
Luis Giménez, representante del Foro Ambiental, pidió mayor claridad sobre las actividades en curso. “Sabemos que realizan prospecciones, pero nada más. La Secretaría de Minería debería informar. Si eso no se da, podemos pensar que hay algo mal”, sostuvo. También alertó sobre proyectos que se planearían sobre fuentes de agua, lo que implicaría mayores riesgos ambientales.
Investigaciones del Foro señalan que áreas recientemente incendiadas coincidirían con zonas donde podrían realizarse futuras exploraciones. “Queman áreas porque los satélites geodésicos no pueden ver el relieve si hay vegetación”, explicaron.
En medio de un escenario marcado por la falta de información oficial y el crecimiento del interés minero, vecinos y organizaciones reclaman controles estrictos y transparencia para evitar daños irreversibles en una región clave para la biodiversidad, el turismo y la provisión de agua de Traslasierra.
