Aunque se pensaba que compartían una velada como colegas, los fiscales a cargo desvelaron en la audiencia de imputación que, en realidad, Gil era compañero de otro residente en el complejo de departamentos, siendo Ochoa el propietario de dicho inmueble.
El fatídico desenlace tuvo origen en una disputa aparentemente trivial cuando Ochoa expresó su molestia por la ubicación de la bicicleta de Gil, la cual obstruía un pasillo en el complejo residencial. La discusión escaló rápidamente y degeneró en una pelea, culminando en un desenlace fatal: Gil apuñaló mortalmente a Ochoa.
La audiencia de imputación arrojó luz sobre las circunstancias que llevaron a esta tragedia en Villa Mercedes, desmitificando la relación inicialmente supuesta y exponiendo un conflicto en apariencia insignificante que tuvo consecuencias fatales. El imputado ahora enfrenta cargos por homicidio, mientras que la investigación continúa para esclarecer todos los detalles de este lamentable suceso.