Salieron a la luz las primeras imágenes de los restos óseos hallados en el terreno de una casa demolida del barrio porteño de Coghlan, donde vivió Gustavo Cerati entre 2001 y 2003. Se trata de al menos 150 piezas óseas encontradas en una fosa cavada sobre la medianera del terreno, junto con una suela de calzado, piezas dentales y un reloj Casio modelo CA-90.
Este último elemento resultó clave para la investigación: según determinó la fiscalía, el modelo fue lanzado a nivel mundial en 1981 pero comenzó a comercializarse en Argentina recién en 1992. Esto permite acotar la fecha en la que los restos pudieron haber sido enterrados y refuerza la hipótesis de que el cuerpo fue ocultado de forma clandestina en plena ciudad, en algún momento posterior a ese año.
El caso está a cargo del fiscal Martín López Perrando, quien investiga ahora a los habitantes históricos de una vivienda vecina, donde vive una mujer de unos 90 años junto a sus dos hijos, residentes del lugar desde la década del 70. Las autoridades ya avanzan con estudios forenses para identificar a la víctima y esclarecer las circunstancias del posible crimen.