Juliana Marins, una joven brasileña de 23 años, permanece atrapada desde hace tres días en una zona rocosa del volcán Rinjani, en la isla de Lombok, Indonesia. Se encuentra sin comida ni agua, tras caer desde unos 300 metros mientras realizaba una excursión de senderismo. Su caso generó preocupación internacional y derivó en un complejo operativo de rescate que, por el momento, enfrenta importantes obstáculos.
El accidente ocurrió durante la madrugada del 21 de junio, cuando Juliana ascendía el volcán con un grupo turístico. Las condiciones eran difíciles: el camino estaba cubierto de niebla, el terreno era resbaladizo y la visibilidad reducida. Parte del grupo se adelantó y ella quedó rezagada. Poco después, se precipitó por un acantilado y quedó atrapada entre las rocas, debilitada e inmovilizada.
Gracias al uso de un dron, se logró localizar a la joven en las últimas horas. Las imágenes captadas permitieron dar aviso a su familia y determinar el lugar exacto donde se encuentra. Sin embargo, acceder a esa zona ha resultado extremadamente difícil para los equipos de rescate, debido al terreno empinado, la densa niebla y la humedad que vuelve inestables las superficies.
Las autoridades locales confirmaron que, según las imágenes del dron, Juliana no presenta movimientos visibles. Ante esta situación, se planea utilizar un helicóptero este martes para intentar su evacuación, ya que los primeros equipos que llegaron a pie no pudieron acceder al sitio.
La familia de Juliana cuestiona el accionar del guía turístico. Según el testimonio de una compañera de caminata, el guía habría abandonado a Juliana luego de que ella manifestara estar demasiado cansada para continuar. Los funcionarios del parque natural también sostienen que el guía no permaneció junto a ella en el momento del incidente.
El Ministerio de Exteriores de Brasil informó que su embajada en Yakarta está interviniendo activamente y que dos funcionarios fueron enviados a la zona para supervisar el operativo. Además, aseguraron que se han movilizado recursos a nivel local para asistir en el rescate.
Juliana es oriunda de Niterói, en el estado de Río de Janeiro. Estudió Publicidad y Propaganda en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), es bailarina profesional de pole dance y ha trabajado en producción audiovisual vinculada a deportes extremos. Desde febrero, se encontraba recorriendo Asia como mochilera, conociendo países como Vietnam, Tailandia y Filipinas.
El caso ha conmovido tanto por la crudeza del accidente como por las condiciones extremas en las que la joven resiste a la espera de ser rescatada. Las próximas horas serán decisivas para su estado de salud y para la efectividad del operativo.