Al hombre de Villa Larca se le acusa de abusar de una adolescente desde hace dos años, de secuestrar a un primo y a una hermana de esa chica y de violar la orden judicial que le prohibía acercarse a la joven ultrajada.
La lista de delitos podría crecer si la Fiscalía prueba que, además, golpeaba a la menor de edad y cometía grooming.
El hombre de 40 años fue detenido en Villa Larca, donde había llevado a los chicos. La fiscal instructora de Villa Mercedes, Daniela Torres, lo imputó, en principio, por “Desobediencia de una orden judicial”, “Privación ilegítima de la libertad” y “Abuso sexual agravado aprovechando la inexperiencia sexual de una menor de edad”. Durante la audiencia de formulación de cargos, el acusado no quiso declarar y su defensor solicitó una prórroga de ocho días del arresto, según una fuente.
El viernes, la adolescente de 16 años, que él trataba como su novia, declaró en Cámara Gesell. Según una fuente judicial, la chica dijo que lo amaba, que él no sabía su edad y que si la Justicia quería ayudarla, debía permitirle volver con él. Negó que el hombre la haya agredido físicamente alguna vez.
Eso contrasta con lo que denunció su hermana, quien aseguró en la Canaf (Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia) que el acusado la golpeaba y lo demostró con una foto en la que se ve a la víctima con un moretón en un ojo. La hermana sostuvo que la joven defiende al imputado porque él no quiere ir preso.
Según las pruebas recolectadas por la fiscal, los abusos empezaron cuando la víctima tenía 14 años y el hombre 38. La Justicia le prohibió acercarse a ella, pero él nunca obedeció esa restricción. La investigación indica que no hubiera llegado tan lejos sin la complicidad de una familia que jamás se preocupó por la víctima y la abandonó.
El año pasado, antes de que el imputado se la llevara a Concarán, la abuela le habría dicho a la adolescente que lo mejor para ella era irse con el hombre porque así, por lo menos, no le faltaría ni techo ni comida.
El abandono de parte de la familia también lo sufren los otros menores de edad, refirió el informante.
Trascendió que la madre les hizo colocar un chip para evitar embarazos a la damnificada y a su hermana cuando tenían diez años. De hecho, uno de los hermanos de la joven, con tan solo 20 años, ya es padre de tres chicos, de nueve, cinco y dos años, los que tuvo con una pareja que le triplica la edad. “Estos chicos andan a la deriva. A la madre le quitaron la tenencia en el 2018 porque los golpeaba, la madrastra dice que no los puede tener porque tiene que cuidar a su hermano con cáncer y el padre está preso por intento de homicidio”, resumió una fuente allegada a la investigación